Como todo proceso comunicativo, la publicidad tiene su propio lenguaje y sus formas de expresión más eficaces. No se trata de informar a una persona o a un público, sino de convencerle, de entrar a formar parte activa de su vida y de ver cómo satisfacer una necesidad que desemboque en el consumo de un bien o servicio; o bien de modificar de algún modo su actitud ante un determinado acto, situación o acontecimiento.
Decía el maestro Ogilvy que la publicidad no es una forma de arte o de diversión, sino un medio de comunicación. Cuando se redacta un anuncio, el objetivo no es que resulte creativo, sino que resulte tan interesante que obligue a comprar el producto. Por ello, en UPTOYOU pensamos que la publicidad debe informar de forma inequívoca, atraer la atención, despertar interés, emocionar y, sobre todo, ser capaz de hacer reaccionar a los clientes.
Para ello, es imprescindible conocer a fondo a nuestro público objetivo. No basta un mero cliché. Hay que meterse en sus zapatos para saber realmente qué necesidades tiene, cómo piensa, cómo consume, por qué, cómo se relaciona y cuáles son sus hábitos.
La publicidad se fundamenta en el conocimiento profundo del cliente y en cómo mostrarle de la manera más eficaz la ventaja de nuestro producto que satisface su necesidad.
Es un error muy generalizado pensar que nuestros consumidores opinan, hablan, consumen y tienen los mismos gustos que nosotros, nuestra familia y amigos o de nuestro entorno. Los consumidores no son como nos gustaría que fueran, sino como realmente son y tienen su personalidad.
Hagamos al revés, pensemos como ellos y en qué necesitan. Así, la publicidad, es algo sencillo y se convierte en un auténtico arte.